Mesa de wargames en casa

Las mesas de wargames son una parte fundamental a la hora de jugar partidas. Existen montones de opciones, desde mesas de comedor improvisadas con un mantel verde, que en muchos casos no cumplen con las medidas necesarias para jugar una partida en condiciones, hasta tableros modulares con escenografía hecha a mano, que ofrece cientos de posibilidades. Prácticamente todo amante de este mundillo que tenga suficiente espacio en casa se ha planteado adquirir un tablero o mesa en el que jugar. A lo largo de varias entradas, os vamos a mostrar diferentes opciones sobre como hemos preparado nuestra mesa de wargames, tratando las diferentes opciones en cuanto a precio y calidad. En este primer artículo, hablaremos sobre una de las partes más importantes, la infraestructura que servirá de tablero.

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Como elegir nuestra mesa de wargames

Cuando decidí comenzar a preparar una mesa de wargames comencé con planificar bien cómo debía ser lo que quería. Esto es importante, ya que no todos los jugadores buscan lo mismo. Hay que valorar factores como espacio disponible, precio o calidad. En mi caso tenía claro lo que necesitaba: una mesa fácil de guardar y versátil. Pero también entraba en mis requisitos que fuese cómoda y estable. Para ello, eché cuentas de cuanto dinero quería gastarme. Elaboré mi presupuesto en unos 120€, siempre que se tratase de una “mesa” de verdad que pudiera reaprovecharla también para otros aspectos como por ejemplo reuniones de amigos, etc.

Cabe destacar que un tablero de wargames generalmente tendrá un tamaño grande. Esto significa que si queremos jugar a juegos como Warhammer 40k, Flames of War, Bolt action, etc. medirá 1,20m x 1,80 m. Si queremos jugar a otros juegos o modalidades como pueden ser Mordheim o Kill Team nos valdría con una mesa más pequeña (1,20m x 1,20m).

Normalmente es difícil encontrar mesas de comedor de estos tamaños. Que sean necesarios 1,20m de ancho hace que los comensales estén muy alejados entre sí. No es tan fácil que nuestra mesa del salón casualmente cumpla con las medidas necesarias.

¿Qué tipo de mesa compro?

La forma mas simple y barata es comprar tableros de madera (por ejemplo DM), y colocarlos sobre una mesa de comedor. Si se eligen bien los cortes a la hora de comprarlos (por ejemplo 3 tableros de 1,20m x 0’6m), se pueden combinar para tener cualquier tipo de tablero. El precio es barato, pues por menos de 30€ es fácil encontrar este tipo de maderas en cualquier centro madedero. En mi caso, descarté está opción ya que no me parece suficientemente práctico y cómodo. Los tableros suelen ser algo inestables y no muy agradables al tacto. Además, no veo muchas opciones a la hora de reutilizarlos para otro tipo de actividades.

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La segunda opción, es elegir un tablero comercial como los que vende por ejemplo Games Workshop. Las placas modulares que conforman el tablero pueden combinarse para formar diferentes relieves, siendo únicamente necesario montar el tablero sobre una mesa de comedor normal. Esta opción es sin lugar a dudas la que mejor queda estéticamente, pues el tablero está totalmente modelado, pero el precio suele ascender hasta los 200€ en muchas ocasiones, por lo que no entra en mi presupuesto. Además, al igual que en el caso anterior, es difícil reutilizar el tablero y rentabilizar mejor la inversión.

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La tercera opción es utilizar una mesa “plegable”. Existe un gran abanico de muebles de este tipo, pensados para jardines o campings. Ciertas tiendas, venden mesas del tamaño necesario para las partidas (1’80m x 1’20m), pero no termina de gustarme que sean de una sola pieza, ya que es más engorroso guardarlas y al ser tan grandes no se puede poner mucho peso sobre las mismas.

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Mi futura mesa de wargames

Finalmente, la combinación que más me convenció fue elegir tres mesas plegables de 40€ cada una en una gran superficie de muebles. Estas mesas las he llegado a ver hasta por 30€, por lo que es una opción muy buena. Son resistentes y pueden ser reutilizables para reuniones familiares, juegos de mesa, etc. Además, son cómodas y fáciles de guardar.

Por supuesto no todo es bueno, y esta opción también tiene sus desventajas. En primer lugar tuve que lidiar con el hueco que hay entre las diferentes mesas. Dado que el borde no es abrupto, sino redondeado, al juntarlas dejan un espacio que fastidia bastante. Para arreglar este problema, compre 3 varas metálicas en forma de “T” que sirven para eliminar el desnivel. Es necesario cortarlas y limarlas, pero harán que la mesa de wargames quede perfecta.

El segundo problema, es que al ser tres mesas independientes, es fácil moverlas y que se separen. Para ello, la opción mas sencilla es comprar un velcro. Se puede encontrar en muchísimas permite mantener juntas las patas (con cuatro es suficiente).

Conclusiones

El resultado final bajo mi punto de vista es muy bueno. Dispongo de una mesa que usar a modo de tablero que:

  • Aguanta peso
  • Agradable al tacto
  • Estable
  • Reutilizable (reuniones familiares, campings, etc.)
  • Precio asequible

Además dado que la puedo combinar de diferentes formas, es posible usar solo dos de ellas para juegos que requieran menos superficie (como por ejemplo Blood Bowl). En resumen, creo que esta opción, aunque no sea la más barata, es la que más comodidad y usos permite.

En próximos artículos veremos los siguientes pasos necesarios para tener una mesa de wargames versátil y de gran calidad. Por supuesto, no nos olvidaremos de repasar los tapetes, escenografía, etc. No os lo perdáis 🙂