Paracaidista británico 1st Division

Estas navidades participé en una iniciativa maravillosa llamada el "Pintor Invisible", que afectos prácticos consiste en un amigo invisible entre aficionados a la pintura de miniaturas y los wargames.

Quise regalar algo especial, optando por un busto de soldado paracaidista de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, decidí darle un toque único a la figura ambientándola en un escenario muy específico, la batalla de Arnhem de la Operación Market Garden. Os dejo un par de extractos para que entendáis mejor este contexto histórico:

Fallaron muchas cosas: pese a que se tomaron enclaves a todo lo largo de la ruta, el avance por tierra se ralentizó demasiado; en el sector de Arnhem, las unidades aterrizaron demasiado lejos del puente y de día, las comunicaciones fallaron estrepitosamente, no se utilizó a la Resistencia holandesa, y, sobre todo, se dió la mortal casualidad de que en la zona, en la que los informes de inteligencia más optimistas –los otros se descartaron negligentemente- preveían solo la presencia de fuerzas alemanas muy débiles, se concentraban por casualidad dos divisiones panzer de las SS especialmente entrenadas para la lucha contra tropas aerotransportadas, que ya es desgracia. Los paracaidistas, que se dirigieron hacia el puente se encontraron con una oposición cada vez más dura y cabreada, un verdadero avispero que incluía tanques Tiger.
Fue un espejismo. Superados tres a uno, rodeados, sin blindados, sin auxilio, lo que quedaba a los paracaidistas era apretar los dientes, combatir con coraje y resistir todo lo posible. Y eso los exhaustos soldados británicos lo hicieron ejemplarmente, como suelen desde Rorker’s Drift. Mal asunto, sin embargo, cuando la épica y las Cruces Victoria han de sustituir a la estrategia y al triunfo. A los cuatro días, las fuerzas en el puente fueron arrolladas por los nazis y a los nueve, los restos de la división escaparon como pudieron o fueron capturados.
https://elpais.com/cultura/2017/08/25/actualidad/1503673256_622288.html

Como veis estos pobres muchachos pasaron por un infierno. Tras 9 días de aguantar la posición, mugrientos y cansados, recibieron la orden de retirada. Ese es justo el momento que he querido representar en la figura, donde el paracaidista, agotado y resignado, recibe la orden de abandonar lel objetivo por el que han sufriendo tanto tiempo.

Muchos detalles aportan a crear esta ambientación: La barba, las heridas, la sangre en la ropa, la suciedad en la cara y el uniforme, etc. Sin duda estoy muy contento con el resultado, y me alegro que haya gustado mucho a la persona que lo recibió.